Ni loco pondrás el destino de la humanidad en manos de un botón. Parte de él
está en las tuyas y lo estará también el platillo.
Giras el mando y la nave responde perfectamente. Pruebas subir y bajar, llevando
el volante hacia vos y hacia el otro lado. Todo marcha como en las naves
terrícolas, pero la potencia del vehículo que ahora conduces es indescriptible.
Para tomar mayor práctica decides salir de la atmósfera y volver a ingresar
hasta llegar al suelo, y lo haces como quien saca el auto del garaje.
Se acercan a las naves de la flota y les dan aviso por los transmisores para que
los sigan. |
Los pilotos a cargo encienden los motores y todos juntos salen nuevamente al
espacio exterior.
Habiendo recogido esta valiosa herramienta de Neptuno, probarán visitar otros
mundos..
Retroceder hacia Urano
Rumbear para Plutón
Ir más allá de Plutón, al encuentro de
nuevos sistemas planetarios
|