La intriga es demasiada. Se acercan sigilosamente a la nave. Parece estar
abandonada. Los técnicos abren la escotilla usando rayo láser. Entran. Un
tablero semicircular preside la sala redonda, circundada por ventanales de
fortísimo aspecto. El piso, el techo y los bordes parecen ser de un metal duro
como wolframio.
Pocos controles pueden detectarse de entre las superficies lisas. Sólo se ven un
botón rojo con un dibujo esquematizando “automático” y una especie de manubrio o
volante tipo avión, al lado contrario de la escotilla, junto al vidriado más
grande. |
Sería posible que la nave retornase al sitio donde fue construida o donde se
encuentre la civilización que las tripula si presionan el botón de automático,
aunque es una mera suposición. Pero de ser cierta, encontrarían seres que
podrían ayudarlos a encontrar sitios habitables.
Estando todo el equipo dentro del platillo, la puerta se levanta del piso
neptuniano como atraída por un imán y cierra el acceso. Seguidamente, luego de
un suave y corto estruendo, el plato volador comienza a levitar, cada vez más
lejos de la superficie...
Presionás el botón
Intentás manejar el platillo con el
volante
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