Román no era musulmán, pero algo le indicaba que debía pasar por allí...
Cuando cruzó la pesada puerta, que se cerró estruendosa a sus espaldas, leyó con
sorpresa sobre una especie de panel electrónico: “Bienvenido al Paraíso. Indique
la cantidad de esposas con que disfrutará de la eternidad”.
El mensaje no hizo más que sacarle una sonrisa.
Sobre el tablero, relucía un número cero verde del formato “siete segmentos”,
que se usa en las calculadoras comunes. A su izquierda aparecía un botón azul y
otro rojo.
Apretando el azul incrementaba la cantidad y con el rojo la disminuía. Si lo
seguía pulsando pasaba a números negativos. No sabía qué podía significar eso,
pero por las dudas, tocó rápido la azul hasta retornar a los enteros sobre cero.
Debajo aparecía una tecla larga, como barra espaciadora, de color verde.
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“¿Cuántas esposas...?” pensaba Román. “Puedo elegir muchísimas. Total...” Pero
en su corazón, lo único que deseaba era reencontrarse con Fiorela, aunque sabía
que cumplirlo era poco menos que imposible.
Le vinieron ganas de romper el tablero de un golpe y salir corriendo hacia
alguno de los lados (el lugar se veía sin fin en ambas direcciones).
Prefieres que Román rompa el tablero y
salga corriendo de allí
Ya que no estaba en ningún lugar malo,
sino que realmente se encontraba accediendo al Paraíso, prefieres que Román
seleccione muchas, pero muchas esposas
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