Las palabras del mercuriano suenan honestas y confían en él. Otros seres se
acercan y los ayudan a llevar el cuerpo sin vida del científico a una especie de
hospital, donde con unos aparatos pequeños, al parecer de avanzada tecnología,
logran retornar al científico a la vida. El alivio y la sorpresa son grandes en
todos ustedes.
Después de descansar un día, vos le preguntás a Itá si existe algún otro sitio
habitado en el planeta y él te responde que sí, a 100 km de allí, pero dice que
existen raras creencias sobre esa tribu, los chun-tai o pueblo secreto; si por
él fuera no los visitaría nunca. |
Te extraña que estando tan cerca de ellos como ser cien kilómetros, la tribu
abéitr no conozca más a sus vecinos; pero te das cuenta que el calor pronunciado
de la zona, que sin los trajes protectores mataría en un santiamén a un humano
de la Tierra, debe impedir a las criaturas del planeta realizar grandes
esfuerzos físicos, por lo que el riesgo de un viaje de cien kilómetros –aunque
sea en vehículo- por Mercurio era grande, si no se contaba con reservas para
retornar o llegar a otro punto habitado.
Así y todo, pudiera ser que los chun-tai cuenten con otros recursos tecnológicos
que permitan a los terrícolas adaptarse de alguna forma a aquellas temperaturas,
con lo que sería muy valioso visitarlos...
Visitan a los chun-tai
No lo hacen y se quedan definitivamente
con los abéitr
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