La aleación te da a desconfiar. En la Tierra era extremadamente útil, pero no arriesgarás a lo que queda de la humanidad cuando dudas tanto ya de aquel material. Aunque no la conocen bien, construirán los refugios con tierra venusina.

Para sorpresa de los biólogos las semillas brotan con rapidez en el nuevo suelo. Los animales que transportaron tendrán pronto nuevos nutrientes para alimentarse y en unos cuantos meses, es posible que hayan logrado ya la construcción de una gran atmósfera artificial cubriendo decenas de hectáreas.

El naciente poblado se llama ya “Nueva Tierra”. En el mástil de la plaza central enarbolan la bandera de Venus -que creaste vos- y a la redonda se divisan multitud de chozas y pequeños iglúes. Los vientos son fuertes pero se soportan. Las lluvias ácidas -¡Muy ácidas!- dan miedo a la gente justificadamente, y provocan que todos se parapeten en sus casas al primer atisbo de tormenta.

Estando en tu improvisada oficina, te llega un informe de los esteronautas que habían salido a explorar los alrededores lejanos. En Venus existe alguna forma de vida bajo tierra. A profundidades considerables, los detectores captan señales claras e irrefutables de “vida”.

Lo meditas unas horas... no hay precisiones sobre la naturaleza de esa forma de vida. Serán tal vez peces de ríos subterráneos. Será algún tipo de hongo. O existirán tal vez poblados de seres humanos o humanoides que hayan desarrollado su forma de subsistencia en cavernas profundas, para protegerse de las inclemencias del tiempo. ¿Es acaso esta una señal de alerta que no debes desoír?

¿Será esta forma de vida peligrosa para ustedes?

Retirar a la gente del planeta

Seguir viviendo allí