Donde: |
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Cadm = |
Carga admisible |
[kg] |
fmat = |
Factor de material |
[kg/mm2] |
d = |
Diámetro de la cuerda |
[mm] |
Y los factores de material son los siguientes:
MATERIAL (retorcido) |
fmat |
Yute (cáñamo) |
0,8 |
Manila |
0,9 |
Sisal |
1,2 |
Algodón |
1,2 |
Polietileno |
1,6 |
Polipropileno |
1,8 |
Nylon |
1,8 |
Poliéster |
1,9 |
Kevlar |
4,8 |
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Las cuerdas trenzadas tienen más o menos el doble
de resistencia
que las retorcidas; la cuerdas con nudos tienen
aproximadamente un 50% menos de resistencia que sin
nudos; el agua, la temperatura; la exposición
prolongada a la luz solar y el mismo uso, tienden
también a
reducir la resistencia. Todos estos
factores están ya considerados en la fórmula para
estimar la carga admisible, que se adoptó como un 20% de la carga de rotura.
Por ejemplo: una soga
nueva de polipropileno retorcido de 10 mm, se rompe
a los 1.000 kg de carga. Cuando se le hacen
nudos, se romperá a los 500 kg. Aunque esté en
muy buenas condiciones, por el uso irá perdiendo
resistencia y tal vez soporte 300 ó 400 kg, en vez
de 500.
Usando la fórmula
tenemos: Cadm = 1,8 x 102
= 180 kg, que sería un 18% de la carga de rotura
para una soga nueva y sin nudos.
Si la soga del ejemplo fuese de polipropileno trenzado, en
vez de retorcido, la carga admisible sería el doble,
o sea 360 kg.
Las sogas y soguines
deben usarse solamente para soportar cargas menores
o como máximo iguales a su carga admisible.
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