Te enojás de tal forma que pateás al peludito.
En ese momento todos sus compatriotas callan. Él rueda unos metros y se detiene
erguido.
Al instante, los centenares de saturninos que ya habían llegado quizás a
recibirlos, sacan unas pequeñas pero poderosas pistolas de rayos con las que
carbonizan a todos y cada uno de los terrícolas que te acompañaban. A vos te
dejan para el final y, una vez acabado el resto de gente, te disparan todos
juntos hasta evaporarte. |
Hecho esto, se dirigen a las naves y las revientan una por una. Tu mala reacción
llevó esta última vez l fin de la humanidad, de los 10.000.000 de personas que
habían confiado en vos.
FIN |