Seguirán viajando en dirección a la órbita de Mercurio. La dificultad de pasar cerca del Sol y su grandísimo calor la subyanarán empleando velocidades hiperlumínicas.

Aunque nunca se hubieron experimentado hasta los días actuales con naves cargadas, será éste el momento indicado, ya que Mercurio, a pesar de estar entre el Sol y Venus, está por estas fechas al otro lado del astro rey.

Por tanto, preparas a la tripulación y encienden los impulsores CEC, para viajar a velocidades superiores a la de la luz.

Los astros se estiran como lluvia; la luz amarilla del Sol se tornasola extrañamente y el espacio-tiempo deja de ser el mismo.

Están moviéndose a CEC 2, pero los cálculos –que funcionaban para masas menores- comienzan a fallar. El desplazamiento es cada vez más rápido. Llegan a CEC 4 y con toda tu inteligencia intentas activar los mecanismos para desacelerar las naves.

Das en la clave y logran bajar de CEC 1 recién en 3 días. El Sistema Solar a quedado atrás (en realidad no tienes idea dónde están). Explorarán entonces el nuevo sector de la Vía láctea donde se encuentran aparentemente, en busca de nuevos sistemas planetarios.

Habiendo llegado ya a la mitad de un CEC, intentás reducir aún más la velocidad pero no lo lográs. Al contrario, la velocidad va ahora en aumento.

No sabes qué sucede... los instrumentos no responden...

Pocos minutos después, las once naves son devoradas por la infinita profundidad de un agujero negro del que sobrevolaban el horizonte, sin saberlo.

Han dejado de existir como materia.

Sólo quedan sus almas.

FIN